MONICIÓN DE ENTRADA
Recibir nuestra más cordial bienvenida a la Eucaristía. Hoy celebramos la Jornada Mundial de las Misiones, el popular DOMUND. Si nosotros somos felices con el conocimiento de Jesucristo, hemos de optar porque la gran mayoría de nuestros hermanos y hermanas en todo el mundo tengan la felicidad que trae Jesús a cuerpos y almas. La Palabra de Dios en la celebración del Domingo 29 del Tiempo Ordinario nos sitúa, una vez más, entre la divergencia que existe entre Jesús y nosotros. Jesús nos presenta un camino hacia el Calvario, nos anuncia su destino de humillación, nos enseña la figura del “siervo”; y los que nos decimos cristianos nos quedamos como si no nos importará nada. Y así ocurrió con los hermanos Zebedeos que le pidieron a Jesús ser sus lugartenientes, sus primeros ministros. Y Jesús les anunció la bebida de un cáliz amargo: el del sacrificio. Para Él y para ellos. Aprendamos hermanos a seguir el camino real de Jesús, el de la entrega a todos por el sacrificio.