MONICIÓN DE ENTRADA
Sed todos cordialmente bienvenidos a la Eucaristía de este Domingo XXVIII del Tiempo Ordinario. San Marcos nos va a relatar el conocido episodio del joven rico, aquel que marchó entristecido, cuando Jesús le pidió que lo dejara todo por Él. Es verdad que Jesús de Nazaret no se lo exige a todos, pero sí lo hace con algunos y algunas. Les pide la entrega total, sin condiciones. No es fácil entregarse del todo, pero tampoco es fácil decir a Jesús que no. Pero sabemos, intuimos, que Jesús, en algún momento, nos va a pedir algo muy especial, un gran esfuerzo. No podemos dejarlo pasar por alto. Meditemos en este domingo lo que Jesús nos ha pedido ya, o lo que nos va a pedir en algún momento de nuestras vida.
Sed todos cordialmente bienvenidos a la Eucaristía de este Domingo XXVIII del Tiempo Ordinario. San Marcos nos va a relatar el conocido episodio del joven rico, aquel que marchó entristecido, cuando Jesús le pidió que lo dejara todo por Él. Es verdad que Jesús de Nazaret no se lo exige a todos, pero sí lo hace con algunos y algunas. Les pide la entrega total, sin condiciones. No es fácil entregarse del todo, pero tampoco es fácil decir a Jesús que no. Pero sabemos, intuimos, que Jesús, en algún momento, nos va a pedir algo muy especial, un gran esfuerzo. No podemos dejarlo pasar por alto. Meditemos en este domingo lo que Jesús nos ha pedido ya, o lo que nos va a pedir en algún momento de nuestras vida.