MONICIÓN DE ENTRADA
Recibid la más cordial bienvenida al inicio de nuestra Eucaristía en el Domingo Quinto del Tiempo Ordinario. Hoy, según el Evangelio de San Maros vamos a ver como Jesús devuelve la salud, destruye el sufrimiento y no solo a unos pocos. Son muchedumbre. Esa capacidad de Jesús para curar le convierte en salvador de la enfermedad y, por ello, nadie voluntariamente debe desear la enfermedad. Pero sí debe esperar la curación. Jesús no curaba para demostrar su poder y convencer a la gente de su condición de Mesías, ni como argumento de peso para predicar la venida del Reino de Dios. Lo hacía por amor. Luchaba contra el sufrimiento. Luego, Él se encontró con un sufrimiento terrible: el martirio de la Cruz. Ahí estamos con Él. Pero no buscamos el dolor. No queremos el dolor fuera de Él o sin Él. Y es un tema interesante para meditar durante las horas tranquilas de este domingo.
Recibid la más cordial bienvenida al inicio de nuestra Eucaristía en el Domingo Quinto del Tiempo Ordinario. Hoy, según el Evangelio de San Maros vamos a ver como Jesús devuelve la salud, destruye el sufrimiento y no solo a unos pocos. Son muchedumbre. Esa capacidad de Jesús para curar le convierte en salvador de la enfermedad y, por ello, nadie voluntariamente debe desear la enfermedad. Pero sí debe esperar la curación. Jesús no curaba para demostrar su poder y convencer a la gente de su condición de Mesías, ni como argumento de peso para predicar la venida del Reino de Dios. Lo hacía por amor. Luchaba contra el sufrimiento. Luego, Él se encontró con un sufrimiento terrible: el martirio de la Cruz. Ahí estamos con Él. Pero no buscamos el dolor. No queremos el dolor fuera de Él o sin Él. Y es un tema interesante para meditar durante las horas tranquilas de este domingo.