MONICIÓN DE ENTRADA
Recibid nuestra más cordial bienvenida al inicio de esta asamblea de hermanos que se reúnen para hacer memoria del sacrificio salvador de Jesús de Nazaret. Hoy, el Maestro nos habla del Reino de los Cielos y de la alegría total al saber que lo hemos encontrado. Es como aquel hombre que compró un campo para encontrar un tesoro o el comerciante que lo vende todo para hacerse con una perla maravillosa. Son parábolas que, sin duda, nos marcan una elección clara y una opción total por el Reino y por su Justicia. Iniciemos, pues, nuestra Eucaristía con emoción y alegría.