MONICIÓN DE ENTRADA
Sed todos especialmente bienvenidos a esta segunda eucaristía del mes de julio. La enseñanza de Jesús de Nazaret sigue viva y fuerte. Sin duda, así lo sentimos todos. Dice la escritura: “Y los enseñaba con parábolas…” Realmente, a veces, sorprende el uso de las parábolas por el Señor. Pero, en realidad, esa fórmula nos llega también a nosotros de manera muy directa. La parábola del sembrador es verdaderamente bella y muy práctica. Lanzada la semilla por el sembrador, ésta cae en lugares muy diferentes y muy diferentes somos, asimismo, los humanos. Lo que importa es que todos –seamos como seamos—nos esforcemos por dar fruto. Estemos donde estemos, de vacaciones o en nuestras casas eso es lo fundamental ser coherentes con las enseñanzas de Jesús y, por tanto, ser servidores permanentes de nuestros hermanos, principalmente de los más débiles y necesitados.