MONICIÓN DE ENTRADA
Nuestra alegría y cariño quiere reflejarse en la cordial bienvenida que os damos en el inicio de la Eucaristía. Jesús de Nazaret nos comunica desde el Evangelio de Mateo cosas notables, muy importantes. Nos muestra Jesús su gozo, ante el Padre, por haber dado su sabiduría a los pequeños, a los humildes. Y recuerda a sus discípulos que el yugo del Maestro es suave y su carga ligera. Nos dice, además, una frase que produce mucho consuelo: “Venid a mi todos los que estáis cansados y agobiados y yo os aliviaré”. Estas palabras suyas han estado muy presentes, durante más de dos mil años, en la realidad de muchos cristianos fatigados y abrumados. Busquemos, pues, a Jesús pues nos ayudará a descansar y a ser más felices. Fiémonos de Jesús que será Él quien nos dé el autentico descanso. Abrimos pues esta primera eucaristía del mes de julio con alegría, amor y confianza.