MONICIÓN DE ENTRADA
Os deseamos nuestra más cordial bienvenida a la Eucaristía de este Quinto Domingo del Tiempo Ordinario. Jesús de Nazaret nos hace, en este día, una invitación clara a la transmisión de su Palabra. Nos emplaza a que llevemos su luz a todos aquellos que están lejos de la luz, y viven en la tiniebla. Y nos dice, además, que si Él es la luz que guía nuestras vidas, nosotros debemos ser luz para todo aquel que está en la oscuridad. Añade una buena receta: que seamos, además, sal, para que nuestra fe, llena de sabor, atraiga a todos. Pudiera ser que nuestra forma de transmitir haga el mensaje algo soso y sin atractivo. Tal vez, hoy más que nunca debemos preguntarnos si realmente sabemos atraer a nuestros hermanos a la luz de Cristo.